¿Con qué mecanismos la actitud de una persona influye en su salud?

Hay varios factores por los que la actitud es importante para la salud, que actúan a través de la disminuir el estrés, aumentar la vitalidad, la capacidad de adaptación, la capacidad de resolución de problemas y el bienestar global.

1- Una actitud positiva y abierta sirve para disminuir el grado de estrés y aumentar la autoconfianza, con lo que hay más momentos de relajación. Esto se traduce en menor activación neuro-hormonal (menos descarga de cortisol y catecolaminas) que favorece funciones biológicas como la digestión, la recuperación de un dolor muscular o un esfuerzo, la buena calidad del sueño y menor resistencia a la insulina.

2- La mayor confianza e iniciativa facilita la participación en la toma de decisiones y la colaboración activa en medidas sobre la propia salud, manteniendo diariamente unos hábitos de vida saludables.

3- Una actitud abierta respecto a uno mismo permite analizar las propias respuestas a situaciones que se repiten y que nos estresan, y no caer en la desesperanza y no abandonar la búsqueda de mejores soluciones que las habituales. Además, si la solución que adoptamos a un problema no es totalmente satisfactoria, hay que darse cuenta de que se puede relativizar, y que la percepción importa mucho. Así, considerando que la vida siempre es la suma de buenos y malos momentos, hay que saber aceptar las situaciones aunque no sean satisfactorias en todos los aspectos.

4- Una actitud optimista facilita la integración social, tener más ayuda de los demás y mayor capacidad de resolución de problemas, con lo que las actividades del día a día son realizadas de forma más eficiente y agradable, con lo que se gana en calidad de vida y en el estado psicológico.

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